BANDERA DE ITURBIDE (1821)
Con las franjas horizontales, y el
águila coronada al centro,
ligeramente de perfil
Primer Imperio Mexicano
Luego de consumarse la independencia de México por medio del Plan de las Tres Garantías, la forma acordada de organización de la naciente nación es la monarquía, por lo que se funda el así llamado Primer Imperio Mexicano, a la cabeza del cual queda el General Agustín de Iturbide.
A este imperio se suman las también recién
independizadas repúblicas centroamericanas. Durante este período el territorio mexicano alcanza su mayor extensión: más de 5 millones de kilómetros cuadrados (actualmente 2 millones), llegando desde el istmo de Panamá al sur, hasta el Oregón, al norte. Este imperio dura de 1821 a 1823, disuelto por el Plan de Casamata.
Destacan que durante este período México tiene por primera - y presumiblemente única- vez en su historia un Ministro de Estado no nacido en el actual territorio mexicano: José Cecilio del Valle, nacido en Acacoyagua (hoy Honduras), al frente de la cancillería.
Proclamación del Primer Imperio Mexicano
El imperio conocido como el Primer Imperio Mexicano comenzó después de la Independencia de México en 1821. Durante los primeros años de la Guerra de Independencia que inició el 16 de septiembre de 1810, el ejército independentista republicano había logrado muy poco, ya que los criollos y los españoles, que era más del 80% de la población de 6 millones en ese entonces, eran leales a España.
El conflicto duró once años y distaba mucho de ser un movimiento homogéneo. Comenzó con fuertes tintes de guerra religiosa pues era encabezada por sacerdotes. Al poco tiempo adquirió matices republicanos y en un par de años fue sofocada casi en su totalidad por el ejército realista.
La lucha pasó a ser una guerra de guerrillas confinada a las montañas del sur hasta que un hábil ex coronel realista de nombre Agustín de Iturbide pactó alianzas con casi todas las facciones (incluyendo al gobierno virreinal) y consumó la independencia de una manera relativamente pacífica el 27 de septiembre de 1821, aunque España no la reconoció formalmente hasta el 28 de abril de 1836.
El ex virreinato español pasó a ser una efímera monarquía constitucional católica llamada Imperio Mexicano.
Agustín de Iturbide, un militar realista, proclamó en 1821 el Plan de Iguala, que establecía las famosas tres garantías: la independencia de México, la conservación de la iglesia católica, y la unión de todos los habitantes de la Nueva España, refiriéndose a los mexicanos y españoles (después históricamente aplicado a los pueblos indígenas).
El plan no cambiaba la situación social del país, sólo la política, dando más poder a los criollos y a los mexicanos, pero invitaban a un monarca europeo a tomar el trono del Imperio Mexicano. Ningún monarca lo haría, para evitar conflictos con España. Por eso, y respondiendo a una supuesta petición del pueblo y del recién creado parlamento, Agustín de Iturbide se proclamó Emperador de México a través del Plan de Iguala.
A este imperio se sumaron los también recién independizados estados centroamericanos (véase Centroamérica o Historia de Guatemala), por lo que geográficamente es en este período cuando el territorio mexicano alcanza su máxima extensión geográfica, desde el estado de Oregon al norte hasta el Istmo de Panamá en el sur. Sin embargo, el gobierno de Iturbide, pomposo y sin un plan económico,
no duraría ni un año, y el ejército republicano tomaría el poder, instaurando el sistema republicano federal en México en 1824, dando fin al Primer Imperio, y el inicio de los Estados Unidos Mexicanos.
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